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El gas licuado, una energía clave en situaciones de emergencia

21/05/25

AGL

En casos de crisis o sucesos extremos, como el apagón del pasado mes de abril, es importante contar con fuentes de energía diversas, asequibles y capaces de responder rápidamente ante estas situaciones.

El gas licuado es una energía versátil, eficiente y limpia que desempeña un papel esencial en la transición energética, garantizando un suministro seguro y accesible incluso en zonas rurales y ultraperiféricas, especialmente en casos de emergencia.

El gas licuado frente a un apagón general

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El apagón que afectó a todo el país en el mes de abril ha sido un claro recordatorio de la necesidad de contar con suministros diversificados, integrando todas las fuentes de energía disponibles. En cuestión de minutos, miles de hogares, comercios y empresas se quedaron sin electricidad, paralizando actividades cotidianas.

En ese sentido, el gas licuado puede mantener su operatividad incluso durante interrupciones del suministro general. Esto lo convierte en un recurso estratégico que garantiza la continuidad en el uso de cocinas, sistemas de calefacción o iluminación, proporcionando un suministro seguro cuando más se necesita.

Además, en momentos como estos, la labor de los profesionales del sector —distribuidores, técnicos e instaladores— se vuelve esencial. Su dedicación y capacidad de respuesta permiten que hogares y negocios mantengan su actividad. 

Garantizar el suministro en situaciones de emergencia

Por otro lado, los fenómenos meteorológicos extremos o catástrofes naturales, que generan situaciones de emergencia - como fue el caso de la DANA sufrida en Valencia el pasado mes de noviembre - afectan gravemente a las infraestructuras energéticas, dificultando o incluso interrumpiendo el acceso a la electricidad u otras energías. Por ello, garantizar el suministro a las personas afectadas es fundamental.

En estos escenarios, el gas licuado ha demostrado ser una solución eficaz. Gracias a su versatilidad y a su facilidad de transporte y almacenamiento, puede garantizar ese suministro energético tan vital y necesario incluso en zonas aisladas o con infraestructuras dañadas. Servicios de emergencia, hospitales o residencias pueden beneficiarse de una fuente de energía segura, inmediata y autónoma.

Como afirmaba Nuria Carmona, Jefa de Red Propia en Solgas DG y encargada junto a los repartidores de hacer llegar el gas licuado a los municipios de Valencia durante la DANA, “se ponen todos los medios necesarios para intentar minimizar que ningún cliente pueda sentir esa vulnerabilidad de no poder calentarse o cocinar”, haciendo llegar esta energía a todos los hogares afectados. 

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Necesidad de diversificar energías

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La transición energética hacia un modelo más limpio y eficiente es necesaria, pero también debe ser justa para no dejar a nadie atrás. Apostar por una única fuente de energía implica riesgos si esa fuente falla o no puede dar respuesta inmediata en situaciones de emergencia. Por ello, la diversificación energética es clave para garantizar la estabilidad del sistema, atendiendo a las necesidades particulares de cada usuario y territorio. El gas licuado cumple un papel fundamental en este equilibrio: actúa como una energía de respaldo, accesible y lista para entrar en funcionamiento cuando otras fuentes no lo consiguen.

Esta energía es una solución de presente y futuro, preparada para responder en los momentos más críticos. Las recientes situaciones de emergencia han puesto en evidencia la necesidad de contar con energías seguras, disponibles y adaptables a cualquier entorno.

Desde la Asociación Gas Licuado seguimos defendiendo el papel del GLP, así como de los gases renovables BioGLP y rDME, en la seguridad energética del país. No solo como motores del día a día, sino como aliados esenciales ante situaciones de crisis.