Por otro lado, los fenómenos meteorológicos extremos o catástrofes naturales, que generan situaciones de emergencia - como fue el caso de la DANA sufrida en Valencia el pasado mes de noviembre - afectan gravemente a las infraestructuras energéticas, dificultando o incluso interrumpiendo el acceso a la electricidad u otras energías. Por ello, garantizar el suministro a las personas afectadas es fundamental.
En estos escenarios, el gas licuado ha demostrado ser una solución eficaz. Gracias a su versatilidad y a su facilidad de transporte y almacenamiento, puede garantizar ese suministro energético tan vital y necesario incluso en zonas aisladas o con infraestructuras dañadas. Servicios de emergencia, hospitales o residencias pueden beneficiarse de una fuente de energía segura, inmediata y autónoma.
Como afirmaba Nuria Carmona, Jefa de Red Propia en Solgas DG y encargada junto a los repartidores de hacer llegar el gas licuado a los municipios de Valencia durante la DANA, “se ponen todos los medios necesarios para intentar minimizar que ningún cliente pueda sentir esa vulnerabilidad de no poder calentarse o cocinar”, haciendo llegar esta energía a todos los hogares afectados.