Xavier Martínez, presidente de AGL: “Seguimos trabajando por una transición energética justa que no deje a nadie atrás”
La Asociación Gas Licuado (AGL) es una organización que busca “presentar y promover de manera transparente y veraz este importante sector energético como una solución hipo carbónica, energéticamente coste-eficiente y comprometida para el proceso de transición energética y de descarbonización de la economía”, tal y como afirma su presidente, Xavier Martínez, al frente de la Junta Directiva de la Asociación desde hace tres años.
Tres años en los que el sector, que busca promover una transición justa y equilibrada, ha seguido creciendo e innovando. Una buena muestra son los gases renovables BioGLP y rDME, “soluciones energéticas 100% renovables que, a partir de fuentes orgánicas y renovables, reducen los efectos del cambio climático y la emisión de partículas contaminantes al aire”, explica Martínez, que también recuerda que la Asociación no ha perdido su foco original: “Seguimos trabajando por una transición energética que no deje a nadie atrás”.
PREGUNTA: ¿Por qué nace la Asociación Gas Licuado?
RESPUESTA: La Asociación Gas Licuado nace con la intención de impulsar una transición energética justa, que no deje a nadie atrás en este proceso de cambio del modelo energético, ni por obstáculos económicos ni por su lugar de residencia.
En esta transición, es clave el papel del gas licuado, una solución más baja en carbono, energéticamente coste-eficiente y comprometida con el proceso de transición energética y de descarbonización de la economía. En primer lugar, porque es un combustible estable y asequible para los consumidores. Y, en segundo, porque es accesible en todo el territorio, también en las áreas rurales e insulares y ultraperiféricas.
P: ¿Y por dónde pasa el proceso de descarbonización?
R: Indudablemente, por los gases renovables BioGLP y rDME. Son agentes de cambio: soluciones energéticas 100% renovables que, a partir de fuentes orgánicas o recicladas, reducen los efectos del cambio climático y la emisión de partículas contaminantes al aire.
Además, el BioGLP se puede utilizar, en sustitución del GLP, sin implementar ningún cambio en la tecnología, utilizando los mismos vehículos o aparatos de consumo, por lo que toda la infraestructura que tenemos hoy en día se podrá seguir aprovechando sin necesidad de nuevas inversiones por parte de los consumidores.
De hecho, en España ya hay diversos proyectos que están apostando por este nuevo combustible.
P: Para quiénes no son especialistas, ¿qué son el BioGLP y el rDME y qué los hace gases renovables?
R: El BioGLP es un biocombustible con origen en las biorrefinerías. Es decir, está producido bien a partir de residuos vegetales y animales, bien de aceites vegetales. Otra vía de obtención de BioGLP es a partir del biogás.
Por su parte, el rDME se obtiene a partir de biocombustibles avanzados como el metanol renovable, el carbono reciclado u otros combustibles renovables de origen no biológico.
Esto significa, en resumen, que en comparación con los combustibles fósiles que emiten nuevo CO2 capturado en el suelo a la atmósfera, los combustibles renovables se componen del carbono que ya existe en la atmósfera en la actualidad contribuyendo de esta manera a la economía circular.
P: ¿Y la infraestructura del sector del gas licuado está preparada para su introducción?
R: Desde luego. Como decía antes, la transición del gas licuado al BioGLP y el rDME puede ocurrir en cualquier momento, es instantánea. Una de las grandes ventajas de este combustible es que las infraestructuras de almacenamiento, transporte y uso del gas licuado no requieren de adaptación para incorporar estos gases renovables. Y, de hecho, ya hay casos de utilización presente de estas nuevas soluciones sostenibles en España.
P: Entonces, esos gases renovables, el BioGLP y el rDME, ¿qué escenario afrontan?
R: La asociación europea de la que la AGL forma parte, Liquid Gas Europe, calcula que para 2050, año en el que se ha fijado el horizonte de neutralidad climática europeo, el mercado de gases licuados podrá ser 100% renovable. La demanda se estima para entonces de unos 12 millones de toneladas, que podrían satisfacerse con las tecnologías en desarrollo.
Ahora bien, para que esto suceda necesitamos consolidar el reconocimiento de los gases renovables como parte fundamental del proceso de descarbonización. En ese sentido, es relevante dar mayor importancia a la calidad del aire, especialmente en las zonas urbanas, donde los gases renovables pueden jugar un papel clave. Y, por otro lado, siendo conscientes de que el consumidor debe tener a su alcance todo tipo de soluciones disponibles, para escoger la que mejor se adapte a él. Solamente así, enfrentando este proceso con información, transparencia y confianza, podremos llevarlo a término.
Estos son los campos en los que estamos trabajando desde la Asociación y en los que ya estamos viendo avances.