En relación con la inversión, los gases renovables se erigen como una de las opciones que suscitan un mayor respaldo. Un 85,8% de los encuestados apoyaría la I+D en alternativas como el gas renovable o de origen orgánico que permitirían seguir comercializando sistemas de caldera y, además, evitarían modificar los equipos actuales, con lo que los ciudadanos eludirían dicho coste.
El estudio permite desglosar los resultados por perfil demográfico al analizar la penetración de cada sistema (calderas/eléctricos, individual/central, previsión de cambio) y pulsar la opinión en torno al cambio climático, lo que permite cruzar esas respuestas con las preguntas que ahondan en la inversión derivada de las medidas de eficiencia. Del primer bloque, destaca que la gran mayoría los hogares (84%) tiene un sistema individual, entre los que las calderas de gas natural son el más habitual y, junto a las de butano/propano o gasóleo superan a los sistemas eléctricos (56,3% frente a 40,2%).
Entre quienes tienen sistemas de caldera, un 63,5% no tiene previsto ningún cambio en el próximo año y, dentro del 36,4% que sí se lo plantea, casi 6 de cada 10 (56,9%) afirman que seguirán utilizando equipos no eléctricos. El precio de la instalación y la satisfacción con este tipo de sistemas son los principales motivos para esta elección, aunque también destaca que el 22,4% de los encuestados considera que los sistemas eléctricos no son eficientes para su casa. La mitad de las próximas renovaciones costarán entre 1.500 y 3.000€.