La nueva Directiva europea de Eficiencia Energética no prohíbe las calderas de GLP o de gas
24/10/23
La Asociación Gas Licuado aclara lo que determina y prohíbe la nueva Directiva europea de Eficiencia Energética.
La nueva Directiva europea de Eficiencia Energética, publicada el pasado 20 de septiembre en el Diario Oficial de la UE, no prohíbe las calderas de GLP o de gas ni obliga a sustituirlas por bombas de calor. La Asociación Gas Licuado (AGL) hace esta aclaración ante las informaciones erróneas o imprecisas que se han publicado sobre la Directiva, lo que ésta determina y lo que prohíbe. Un ejercicio para esclarecer matices relevantes tanto para el sector como para los consumidores.
Dicha directiva no obliga a los consumidores a retirar los aparatos de calefacción ni calderas que funcionan con GLP u otro tipo de gas. Asimismo, no determina la obligatoriedad de la sustitución de éstas por bombas de calor.
La normativa incide en el ahorro de energía anual que deberán cumplir los países europeos para completar la transición energética y conseguir la descarbonización para el año 2050. De la misma manera, y con intención de aumentar la eficiencia energética de las instalaciones, recomienda sustituir los equipos de calefacción más contaminantes por otros con mejor rendimiento, lo que de ninguna manera supone la prohibición de las calderas de gas.
En este sentido, cabe destacar que la prohibición de este tipo de calderas tendría un efecto contraproducente en la transición energética, además de no ajustarse a la realidad de la población española. Para muchos hogares, acceder a opciones de calefacción renovable no es viable técnica ni financieramente, una dificultad más acuciante en zonas ultraperiféricas y rurales, en las que, en numerosas ocasiones, ni siquiera es posible su suministro.
Las calderas podrán funcionar con gases renovables (como son el bioGLP o el rDME) sin requerir apenas adaptación, lo que permitirá, a su vez, optimizar las inversiones ya realizadas y evitar otras adicionales.
Promover sistemas de calefacción y calentadores de agua compatibles con los gases renovables nos acerca a los objetivos climáticos que fija la normativa europea. Suponen una alternativa que contribuye a la reducción de emisiones de carbono, fomentan un sistema energético más sostenible y, además, emplean la infraestructura existente.
Si quiero cambiar mi caldera, ¿puedo seguir comprando una de GLP o de gas? Por supuesto, no hay limitaciones para la instalación de nuevas calderas. Además, se trata de equipos alineados con los objetivos climáticos de la Directiva, pues las que funcionan con GLP u otro gas podrán seguir haciéndolo con gases renovables.
De hecho, además de posible, es la opción más viable. Según un estudio realizado este mismo año por la Asociación Gas Licuado y Sedigas para conocer la actitud de la ciudadanía ante las medias de eficiencia energética y su impacto económico sobre los hogares, a 8 de cada 10 españoles les preocupa mucho o bastante el gasto que supondría cambiar sus sistemas de calefacción por uno totalmente eléctrico. Asimismo, 7 de cada 10 dicen no estar dispuestos a gastarse más de 1.500€ por cambiar su sistema de calefacción o calentador de agua por uno totalmente eléctrico, cuando la instalación de bombas de calor aerotérmicas no bajaría de 6.000€, tal y como detalla el un informe elaborado por la OCU en septiembre de este año.
Ante este escenario, la Asociación Gas Licuado considera que se deben valorar escenarios más realistas y económicamente eficientes que tengan en cuenta el papel de todas las energías disponibles, como el gas licuado hoy y el BioGLP y el rDME mañana.
Por ahora, no es posible acceder a ayudas para este tipo de calderas, pero desde la Asociación Gas Licuado trabajamos activamente para que los equipos que funcionan con gases renovables sean susceptibles de recibir subvenciones.
Desde la Asociación se incide en que la nueva normativa europea reconozca el gran potencial que tiene España en la producción de gases renovables; tanto para explotar al máximo la producción de éstos como para impulsar una transición energética real.
En definitiva, se solicita que las instituciones consideren otras soluciones para descarbonizar la calefacción de los hogares. Más allá de las alternativas eléctricas, desde el sector, seguiremos trabajando para que gases renovables como el BioGLP o el rDME se abran camino como vectores de descarbonización.