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Desgranando el Gas Licuado: qué es, usos y beneficios

12/10/21

GASLICUADO

El gas licuado es una mezcla de gases compuesta principalmente por butano y propano que se almacena en estado líquido. Se trata de una energía limpia, respetuosa con el medio ambiente y con bajo contenido en carbono. Sus usos y beneficios son numerosos, y hoy te los desgranamos.

El gas licuado lleva presente décadas entre nosotros. Con un origen que data de inicios del siglo XX en Estados Unidos, en España se distribuye y comercializa desde principio de los 50, aproximadamente. Hoy en día, se trata de una alternativa sostenible frente a otros combustibles y su uso ya está tan extendido que, sólo en 2020, consumimos casi 1,3 millones de toneladas métricas a nivel nacional.

No obstante, para una parte de la sociedad, se trata de una energía desconocida. ¿Qué es el gas licuado? ¿Qué beneficios tiene? ¿Cómo puedo usarlo – y cómo pueden hacer lo propio los distintos sectores que forman nuestra economía – en el día a día? Te desgranamos todo lo que necesitas saber.

¿Qué es el gas licuado?

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Cuando hablamos del gas licuado, hablamos de una mezcla de gases que se almacena y transporta en estado líquido y que está compuesta, principalmente, por butano y propano.

Esta mezcla de combustibles se obtiene a través de procesos de refinado del crudo o de separación del gas natural. El resultado es una energía limpia, respetuosa con el medio ambiente y que tiene bajo contenido en carbono.

Además, se trata de un producto incoloro e inodoro que, en condiciones normales de temperatura, se encuentra en estados gaseoso. No obstante, al someterle a presiones moderadas o enfriarlo, su estado pasa a ser líquido.

También cabe destacar que se trata de una energía de gran calidad, y que tanto su extracción como el movimiento del combustible o el guardado en las plantas de almacenamiento son procesos seguros. 

¿Qué beneficios tiene el gas licuado?

Los beneficios que tiene el gas licuado para las empresas y la sociedad son cuantiosos.

En primer lugar, su disponibilidad y aprovisionamiento hacen de él una energía única, ya que está ampliamente disponible en lugares donde no existe o es difícil el acceso a la red de gas. Además, al tener esa gran versatilidad y ser adaptable a todo tipo de usos, el gas licuado es perfecto para apoyar al crecimiento económico, así como para dar soporte a distintos sectores, como la agricultura, el turismo o la industria.

También cabe señalar su alta eficiencia, pues el gas licuado permite optimizar el rendimiento de las calderas más modernas e innovadoras, así como de las tecnologías híbridas que operan en distintos sectores de la actualidad.

Su combustión limpia y baja en carbono tiene, además, un impacto directo en la calidad del aire de las poblaciones, dado que sus emisiones de NOx, SOx y otras partículas relacionadas son mínimos, llegando a ser hasta un 95% menores que las liberadas por otras fuentes de energía como la biomasa.

En este sentido, de cara a contribuir con la reducción de los gases de efecto invernadero y en aras de la transición energética del país, el gas licuado nos permite avanzar de manera inmediata por dos razones: por un lado, al ser más eficiente, el consumo de energía es menor; por otro, al emitir menos CO2 que otras energías permite cubrir la demanda energética actual reduciendo las emisiones a la atmósfera.

Además, se trata de una energía de futuro, puesto que la cadena de suministro actual podrá incorporar nuevas soluciones como el biopropano tan pronto como sean demandadas o necesitadas, sin necesidad de construir nuevas infraestructuras o de destinar recursos públicos para ello.

La combinación de todas sus características hace que el gas licuado sea idóneo para el mundo rural, respetando sus particulares y las áreas más aisladas, así como adecuándose a ellas para proporcionar todo el combustible que necesitan.

Usos del gas licuado

Los usos del gas licuado son numerosos y variados, y sectores como la industria y hostelería, la agricultura, la automoción e incluso el ámbito doméstico ya sacan partido de esta energía.

A nivel doméstico, se puede utilizar para cocinar, calentar agua o como método de calefacción en los hogares, así como en piscinas climatizadas o como fuente energética para electrodomésticos, equipos de camping, etc.

En lo que respecta a la industria, al generar llamas de alta densidad, el gas licuado es ideal para fundición y soldadura, por ejemplo. También es muy útil para asegurar la generación eléctrica en zonas apartadas a través de microturbinas.

Centrándonos en la agricultura, es una opción térmica segura y eficiente con el medio ambiente para el control de malezas y plagas, y también tiene uso como combustible de vehículos agrícolas, entre otros supuestos.

En lo que respecta a la automoción, bajo el término autogás, sirve de combustible para todo tipo de vehículos con motores preparados para el gas licuado.

Por todo ello, desde la Asociación, creemos que poner en valor y demostrar la idoneidad del gas licuado como energía limpia y ampliamente accesible, al igual que fomentar su utilización para la movilidad por carretera, beneficia la correcta transición energética y va en favor de toda la sociedad española.