Porque estamos convencidos de la importancia de cuidar a las personas más vulnerables durante la transición energética, proponemos la creación de este Bono Social GLP, una ayuda diseñada para una transición justa y al alcance de todos. Además, es especialmente necesario para consumidores de regiones ultraperiféricas, como es el caso del archipiélago canario, donde garantizar el suministro es esencial.
Este bono complementaría las ayudas ya existentes, como el bono social eléctrico y térmico, para garantizar que nadie se quede atrás en el acceso a una energía asequible y suficiente. Así, esta ayuda estaría destinada a los usuarios considerados vulnerables que ya sean beneficiarios de los bonos mencionados anteriormente, o que fueran perceptores de la pensión mínima o el Ingreso Mínimo Vital.
En el caso de los hogares conectados a redes de GLP canalizado, un tipo de suministro fundamental en zonas rurales, urbanizaciones y áreas donde la infraestructura de gas natural no llega, podrían contar con un apoyo similar al bono social térmico. Esta medida, financiada a través de los Presupuestos Generales del Estado, alivia el coste de la factura energética en los hogares más vulnerables, siguiendo criterios similares a los expuestos para GLP envasado y garantizando protección a las familias que más lo necesitan frente a posibles incrementos de precio. Una iniciativa clave para combatir la desigualdad energética en las áreas más aisladas del país.