Diálogo institucional para que el GLP se recoja en las leyes energéticas
Estas ventajas económicas y ambientales son los ejes argumentales sobre los que se apoyan las acciones en el plano institucional, una línea de trabajo en la que ambas entidades comparten, además de mensajes, la visión y los objetivos. Las dos asociaciones coinciden en la necesidad de contar con un marco legal que regule y promueva el GLP en sus distintas aplicaciones, desde la eficiencia energética de los hogares hasta la transformación industrial.
En lo relativo al transporte, recuerdan, España cuenta con una red de suministro de gas licuado en crecimiento y con capacidad para cubrir la demanda en toda la geografía nacional. Este hecho posiciona al país en una posición de ventaja para utilizar todas las tecnologías disponibles, ya en el plazo más inmediato. De ahí que se reclame la inclusión del GLP en los planes normativos relacionados con el transporte, como la llamada ‘Ley retrofit’, que busca promover la conversión de vehículos de combustión a otras fuentes de energía. El Congreso paralizó su tramitación recientemente, pero ambas asociaciones confían en que se pueda retomar en un futuro próximo y que, esta vez sí, lo haga aplicando el principio de neutralidad tecnológica, sin desdeñar los beneficios que aporta el gas licuado.
Fomentando el GLP para sus distintos usos se impulsará, de forma indirecta, el desarrollo del bioGLP, un combustible de origen renovable y de composición homóloga al GLP. Actualmente en una fase muy temprana, las empresas del sector necesitan un marco legal favorable para abordar las inversiones que permitan seguir investigando y producirlo a escala industrial. Todas las infraestructuras y motores que hoy funcionan con gas licuado podrán hacerlo en el futuro con bioGLP sin requerir apenas adaptación, lo que permitiría optimizar las inversiones ya realizadas y evitar otras adicionales. En definitiva, alcanzando igualmente los objetivos de descarbonización, pero haciendo el uso más eficiente de los recursos.
Javier Navarro, presidente de ASTRAVE, afirma: “Fomentando la neutralidad tecnológica en el transporte, se brinda a los ciudadanos un acceso más democrático e igualitario a las distintas alternativas de movilidad. Entre ellas, el GLP ha de ser entendido como una energía transitoria, pero aporta un beneficio medioambiental claro e inmediato. Casi 3 de cada 4 coches que circulan hoy por nuestras carreteras podrían hacerlo con menores emisiones gracias al GLP, lo cual tendría un efecto muy positivo mientras terminan de desarrollarse las tecnologías que marcarán la movilidad sostenible del futuro. No hay que olvidar que, hasta que estas sean accesibles a toda la ciudadanía, falta tiempo”.
Por su parte, Xavier Martínez, presidente de la Asociación Gas Licuado, destaca: “vamos a continuar trabajando para crear el espacio adecuado que estamos convencidos esta solución energética merece. El GLP, o autogás, ofrece beneficios ambientales, económicos y sociales que avalan de sobra su uso en un contexto de transición como el actual. Lo vamos a seguir promoviendo con rigor y transparencia y ahora, además, de la mano de ASTRAVE, con quien lucharemos por un marco favorable que permita que el bioGLP despegue definitivamente y pueda convertirse en una realidad más pronto que tarde, también para su uso en automoción”.