En el caso del gas licuado envasado, en el último eslabón de la cadena de suministro es transportado por las diferentes agencias de distribución hasta los puntos finales de consumo (domicilio) o puntos finales de distribución (estaciones de servicio y establecimientos comerciales). Según un informe de la CNMC del 2018, en España había en ese momento 394 agencias de distribución de gas licuado envasado . La red de agencias de distribución de gas envasado cubre todo el territorio nacional. Su cercanía al cliente y su alta cualificación profesional hacen que en muchas ocasiones sean el primer servicio en activarse y atender a la población en casos de emergencia (por ejemplo, en caso de inundaciones).
En el caso del gas licuado a granel, canalizado o autogas, éste es transportado mediante camiones cisterna desde la planta de trasvase hasta los puntos finales de consumo, como las instalaciones del cliente, los centros de almacenamiento de las redes de gas canalizado y las estaciones de servicio.
Como se puede observar, el ciclo de almacenamiento, distribución y suministro del gas licuado se caracteriza por ser descentralizado, de manera que puede ser distribuido en todo tipo de territorios y regiones.
En definitiva, el gas licuado es una energía especialmente versátil que se adecúa a todo tipo de usos, tanto en el ámbito doméstico, como para actividades en los que los usos se diversifican y existe una necesidad más intensiva de energía. Además, el carácter descentralizado de su almacenamiento y distribución y la garantía en su suministro permite que aquellas zonas que no cuentan con acceso a energías convencionales no pierdan competitividad y puedan desarrollar y hacer crecer con seguridad su actividad económica y social con independencia de su ubicación geográfica