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Almacenamiento y distribución del Gas Licuado

17/06/22

ALMACENAMIENTO
DISTRIBUCION

Uno de los mayores beneficios del gas licuado como suministro energético es su disponibilidad y el fácil uso y distribución a hogares e industria, atributos especialmente importantes en geografías y territorios de difícil acceso.

El gas licuado es una opción de presente y futuro para que las zonas rurales o alejadas de los grandes núcleos urbanos y aquellas más aisladas puedan participar de forma activa e inmediata en el proceso de descarbonización, utilizando una energía limpia y con bajas emisiones en carbono. Ello se debe a que uno de los mayores beneficios del gas licuado como suministro energético es su disponibilidad y el fácil uso y distribución a hogares e industria, atributos especialmente importantes en geografías y territorios de difícil acceso.

Esta razón hace que el gas licuado sea un aliado para cumplir con los objetivos climáticos y de transición energética establecidos por el gobierno y la Unión Europea también en las zonas rurales o alejadas de los grandes núcleos urbanos y aquellas más aisladas puedan participar al tratarse de una energía limpia y con bajas emisiones en carbono y con gran facilidad en el almacenamiento y distribución. 

La disponibilidad del Gas Licuado

El gas licuado se trata de una fuente energética de proximidad. La mayor parte del gas licuado consumido en España, alrededor del 70%, procede de nuestras propias refinerías, por lo que existe una gran seguridad en el suministro y resiste a tensiones geopolíticas que puedan perjudicar y alterar la cadena de aprovisionamiento y distribución de determinadas energías. A esto debemos añadir la facilidad en su transporte, lo cual permite diversificar el origen de importación en situaciones de emergencia o escenarios de crisis.

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Cómo se almacena y distribuye el gas licuado

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El GLP se recibe a través de las refinerías nacionales o de importación en los diferentes centros de almacenamiento distribuidos en el país. Según datos de la dirección de Energía de la CNMC de 2018, España cuenta con 41 plantas de almacenamiento de gas licuado, 7 de ellas en las Islas Canarias, que garantizan una amplia cobertura de todo el territorio nacional. Son el primer eslabón de la cadena de distribución.

En un segundo escalón de la cadena de distribución, encontramos las plantas de envasado y trasvase de gas licuado. En muchos casos, están integradas en los centros de almacenamiento para lograr una mayor eficiencia en las operaciones. Estas plantas expiden el gas licuado al mercado en sus diferentes formatos: envasado, a granel, canalizado y autogas.

En el caso del gas licuado envasado, en el último eslabón de la cadena de suministro es transportado por las diferentes agencias de distribución hasta los puntos finales de consumo (domicilio) o puntos finales de distribución (estaciones de servicio y establecimientos comerciales). Según un informe de la CNMC del 2018, en España había en ese momento 394 agencias de distribución de gas licuado envasado . La red de agencias de distribución de gas envasado cubre todo el territorio nacional. Su cercanía al cliente y su alta cualificación profesional hacen que en muchas ocasiones sean el primer servicio en activarse y atender a la población en casos de emergencia (por ejemplo, en caso de inundaciones).

En el caso del gas licuado a granel, canalizado o autogas, éste es transportado mediante camiones cisterna desde la planta de trasvase hasta los puntos finales de consumo, como las instalaciones del cliente, los centros de almacenamiento de las redes de gas canalizado y las estaciones de servicio.

Como se puede observar, el ciclo de almacenamiento, distribución y suministro del gas licuado se caracteriza por ser descentralizado, de manera que puede ser distribuido en todo tipo de territorios y regiones.

En definitiva, el gas licuado es una energía especialmente versátil que se adecúa a todo tipo de usos, tanto en el ámbito doméstico, como para actividades en los que los usos se diversifican y existe una necesidad más intensiva de energía. Además, el carácter descentralizado de su almacenamiento y distribución y la garantía en su suministro permite que aquellas zonas que no cuentan con acceso a energías convencionales no pierdan competitividad y puedan desarrollar y hacer crecer con seguridad su actividad económica y social con independencia de su ubicación geográfica